viernes, 25 de octubre de 2013

EL TABLERO. DIOSES Y RAZAS

Embarcado en el proyecto de escribir un libro de Fantasía iré dejando por aquí parte su lectura. Puede que en un futuro sea parte del trasfondo de un wargame de miniaturas o tablero o puede que tenga que editárlo yo mismo. De momento aquí tenéis la primera parte de la Introducción a este nuevo mundo de Fantasía que es El Tablero:

EL TABLERO. DIOSES Y RAZAS

Al principio sólo existía El Gran O. Él creó El Altar Perpetuo y El Tablero. El Gran O, El Omnipresente.  Y El Gran O creó diez dioses en parejas, otorgándoles dualidades. Los primeros fueron Luz y Oscuridad.
 

Luz y Oscuridad vivieron durante eones juntos, como hermanos que eran. Luz buscaba la compañía de otros dioses pero Oscuridad les evitaba, pues sólo se sentía aceptado por Luz. Con el paso de los siglos su amistad no hizo más que crecer. Pero un día El Gran O creó a los hombres. Ya había creado otras razas en El Tablero pero esta era diferente. Aquellos seres adoraban a Luz, le solicitaban continuamente. Se hicieron tan dependientes de él que le necesitaban incluso para su manutención. Viendo el tiempo que Luz dedicaba a esa nueva raza Oscuridad intentó acercarse a ellos, pero una vez más fue despreciado. Los humanos le temían, rehuían su presencia. Trató de hablar con Luz, pero él no quería atender a razones. Estaba claramente embelesado por los humanos, los cuales, con su magia, le habían nublado el juicio. Así que intervino. 

De entre todos los humanos había uno de la especial predilección de Luz. Su nombre era Teodoro, un joven encargado del cuidado de su pueblo pues era considerado el más fuerte de su Comarca. Oscuridad bajó a El Tablero y secuestró a la mujer de Teodoro, Anabella.  El dios Oscuridad engañó a Anabella para yacer con ella y la preñó. Cuando Teodoro se enteró se entristeció pero en lugar de matar a Anabella como Luz le había ordenado, la dejó marchar. Anabella, embarazada y maldita, huyó al Bosque (hoy Bosque de la Oscuridad) donde tuvo a dos mellizos, Igrit y Turik. Ambos poseían apariencia humana pero el color de su piel era rojo. Luz enfureció y maldijo a Teodoro y toda su descendencia a vagar por el mundo buscando a los descendientes de Anabella y darles caza, generación tras generación. Oscuridad desapareció, mas aún puede vérsele en ocasiones cerca de Luz. Sombra le llaman los hombres.

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