EL TABLERO. EL EMBAJADOR DE RA'MAG (AÑO 150)

EL EMBAJADOR DE RA’MAG (AÑO 150)

Era invierno. Hacía frío. Pese a la capa de piel con la que cubría su cuerpo, Mar'Ru estaba aterido por el frío. La gran estancia en la que se encontraba era para él como una cueva en una montaña helada. Las paredes de piedra y la grandes losas de granito del suelo rezumaban vaho directamente a sus huesos.

Mar'Ru se encontraba en la sala de recepción del Palacio de Huesos, en Tamayan, capital de los Terlegos. Su nombre es debido a que en su construcción se emplearon miles de huesos humanos procedentes de la "pacificación" a los Ursitas en el año 50. Mar'Ru había viajado desde Ra'Mag para tener audiencia con el Rey Calestos II. La idea era clara, la invasión de Carpetania.

Mar'Ru se encontró a si mismo ensimismado contemplando un gran cuadro de la sala. El único de la estancia. El cuadro, de escasa calidad pues los Terlegos no eran conocidos por sus artes pictóricas, pretendía ilustrar la escena en la que el Rey Reteso puso fin al alzamiento Ursita. En ese momento la puerta que daba al salón del trono se abrió. Un hombre pequeño y flaco pero de aspecto astuto, ataviado con una túnica que cubría todo su cuerpo entró en la habitación. Con un ademán de su cabeza le autorizó la entrada.

Era la primera vez que Mar'Ru entraba en aquél salón. La estancia era grande únicamente amueblada con el trono. En las paredes del fondo, dos grandes ventanales. Lo que más sorprendió al embajador de Ra'Mag fue la silla del trono. Estaba hecha de huesos ya amarillentos por el paso de los años. Sentado en él, Calestos II le miraba con impaciencia. Le hizo un gesto para que se acercara.

Calestos II: "Bien embajador, que te trae a la Tierra de Huesos"
Mar'Ru: "Su majestad" dijo haciendo una reverencia "Su reino es próspero y los dioses lo guardan"
Calestos II: "Ve al grano Ra'Mag, los Terlegos no somos aficionados a los protocolos"

Mar'Ru: "Sí su majestad. Es de sobra conocida nuestra intención de acabar con la hegemonía de Carpetania en las Mesetas Centrales. Ocupan grandes extensiones de terreno próspero y su ejército aumenta cada día, eso los convierte en un pueblo peligroso. Nuestra pasado nos hace suponer que con esas capacidades nuestro pueblo no está a salvo. Pensamos que es una preocupación que compartimos Ra'Mag y Terlecia"

Carlestos II: "Continúa"
Mar'Ru: "Pensamos, su majestad, que el inminente matrimonio entre la hija del Rey de Carpetania y el primogénito de los Varegos no hará, digamos, más que empeorar esta situación. Nuestro Rey ofrece oro en abundancia y un contingente de 200 Ra'Mag para asaltar los pueblos de la frontera entre Carpetania y Terlecia."
Carlestos II: "Y que conseguiría con eso sino enfurecer a los carpetanos mientras vosotros expiáis culpas"
Mar'Ru: "Ese movimiento, su alteza, estaría encaminado a desviar la atención de otro mucho más importante. Nuestro objetivo será atentar contra la vida del primogénito Varego en tierras Carpetanas antes del enlace, haciendo parecer culpables a los propios carpetanos. De esta manera nos sentaríamos a esperar una guerra entre carpetanos y varegos."
Carlestos II: "Me estás diciendo algo fatuo. Entrar en Eimeria y asesinar al Príncipe Norril no es cosa baladí"
Mar'Ru: "El brazo de Ra'Mag es alargado. Nuestros espías esperan nuestra señal para actuar. Todo está preparado su majestad. Mi Rey es consciente de su gratitud hacia nosotros después del asunto de Grim'Tag. Nuestro oro, soldados y alianza será una garantía para la expansión y prosperidad de Terlecia."

Carlestos II: "Engalanan tus palabras un riesgo manifiesto, pero necesario. No serán los terlegos los que impidan una guerra, y menos una de la que pueden sacar beneficio. Ve y dile a tu Rey que espero ese oro y esos hombres. Al alba mis tropas estarán preparadas. Sus espadas y hachas piden sangre. Mi corazón pide guerra. Tamayan pide huesos."

Mar'Ru: "Así lo haré su majestad. Que los dioses lo guarden y otorguen dones."
Carlestos II: "Que los dioses te guarden y otorguen dones."

Mar´Ru salió de Tamayan con la satisfacción de haber engatusado al Rey Terlego. En Ra'Mag estarán muy satisfechos con mi trabajo, pensó. La guerra es inminente.