miércoles, 28 de mayo de 2014

EL TABLERO. LA PRISIÓN DE ACEDONIA

LA PRISIÓN DE ACEDONIA
Existe un lugar, entre tierras de Poniente y  Levante, en medio del mar Ruidorum, donde se encuentra una pequeña isla llamada Isla Esmeralda. Esta isla fue durante años un lugar maravilloso ya que, en su interior, se encontraron gran cantidad de las piedras poseedoras de dicho nombre. Allí se asentaron familias de enanos que trabajaban en su extracción. Pero cuando las piedras preciosas se agotaron, la isla fue abandonada. Durante mucho tiempo fue un lugar árido y maldito. Su esplendor de antaño, olvidado.

Transcurrido largo tiempo, el Rey Enano Fidias ordenó la construcción de una cárcel en aquella isla olvidada por las criaturas de El Tablero. Se dice que el propio Dios Roca ayudó a los ingenieros de Fidias otorgándoles grandes dones para su construcción y entregando a su mejor minero, Gridión, el Pico de Akrafos. Aún se puede ver a Gridión portando el Pico de Akrafos en las batallas, aunque eso es otra historia.
La prisión, de dura roca, era inexpugnable. Un gran baluarte construido sobre una isla en medio del mar, a más de cuatro jornadas de la costa. Nadie podría salir de aquel lugar por la fuerza. Sería la prisión más temible de El Tablero.
Fidias honró a Roca por sus dones con una gran estatua de más de 15 metros junto a la puerta principal de la prisión. También en su honor, Fidias llamó a la prisión Acedonia, nombre de la hija que Roca tuvo con la Enana Mirial.

Actualmente Enanos y Hombres de todos los pueblos contribuyen enviando carceleros a esa prisión. El que va a guardar sus muros hace el juramento de no volver jamás. En su interior, todos los seres condenados  en reinos de Hombres o Enanos por delitos de muerte que no son ejecutados y que son considerados muy peligrosos. Entran para no volver a ver la luz del sol. Dicen los pescadores que los gritos pueden oírse desde la costa. Proceden  cuatro leguas mar adentro. De Isla Esmeralda. De la Prisión de Acedonia. 

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